Director: Danny Boyle (“Millions”, “A Life Less Ordinary”)
Actores: Robert Carlyle, Anjela Nedyalkova, Jonny Lee Miller, Ewen
Bremner, Ewan McGregor
Guion: John Hodge
Musicalización: Rick Smith
Fotografía: Anthony Dod Mantle
Productores: Bernard Bellew, Danny Boyle, Christian Colson, Andrew
Macdonald
Duración: 117 Minutos
Tristar Pictures
Al Grano:
¿Vale o no la pena ver esta secuela del Film de Culto de 1996 Nominado
al Oscar?
R = Para quien esto escribe la sensación una vez saliendo del cine
fue la sensación rara entre nostalgia, desorden, buenas intenciones, melancolía
y mediocridad. Y mientras pasaba el tiempo no podía dejar de pensar en la gran
falla que representa para Danny Boyle regresar a estos personajes (dejando en
claro que no es del todo malo, solo que el tiempo juego mucho en contra), que
si bien su frenetismo en la cámara sigue presente y que en cada momento vemos
la evolución no solo física de los actores y del director sino artística; entonces
¿Por qué la sensación mixta de que tuvieron en las manos la oportunidad de
hacer un film que si bien no superará a su antecesora al menos tuviera un sello
distintivo para esta nueva generación?.
Mark Renton (Ewan McGregor)
regresa a su natal Edinburgo, a su vuelta descubre que hay cosas nuevas tanto
en la situación política como en su entorno familiar, a la par Begbie (Robert
Carlyle) escapa de prisión pero sus deseos de venganza hacia Mark son enormes. Simon,
también conocido como Sick Boy (Jonny Lee Miller) ahora convertido en un
criminal, y Danny también conocido como Spud (Ewen Bremner) sigue en las
drogas. En la trama se incluye la aparición de una joven prostituta (Anjela
Nedyalkova), que da la pauta para que Mark y Simon se unan para abrir un burdel.
Y ya, no veremos nada más allá de
algunas secuencias (la mejor para mi gusto la que implica escuchar una canción
de Queen), remedos del film original que para los fans les otorgará placer
absoluto, para la generación contemporánea resultaran en un total y completo
absurdo. El planteamiento de la trama es pobre, no hay siquiera un destello de
aquel film trasgresor, lleno de vitalidad, dinamismo y hasta vanguardista para
una época llena de tabúes.
Hasta en el trazo argumental de
los personajes no hay suficiente atractivo para enganchar a la audiencia. El
personaje de Begbie muy poco explorado y unidimensional por ejemplo.
El tiempo no perdona, a pesar de
ello Boyle, su guionista y sus actores tratan por momentos de recordarnos la
importancia del film anterior para toda una generación; es duro pero las
comparaciones serán inevitables, con esto expuesto pienso que tal vez con mejor
suerte hubiese corrido de haber estrenado al menos 3 o 5 años después del éxito
original. Boyle da un paso muy atrás en relación a lo logrado últimamente en su
carrera; ¡Que Desperdicio!
CALIFICACION PARA “T2 TRAINSPOTTING” (2017): MALA
Nominaciones para la Estatuilla
Dorada:
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