REVIEW OFICIAL DE "Detroit" (2017)

 
 

Directora: Kathryn Bigelow (“Zero Dark Thirty”)

Actores: Jeremy Strong, Gbenga Akinnagbe, Chris Chalk, Austin Hebert, Laz Alonso, Malcolm David Kelley, Joseph David Jones, Ephraim Sykes, Leon Thomas III, Jack Reynor, Ben O'Toole, Nathan Davis Jr., Peyton 'Alex' Smith, Miguel Pimentel, Khris Davis, Jacob Latimore, Jason Mitchell, Hannah Murray, Kaitlyn Dever, Will Poulter, Algee Smith, John Boyega

Guion: Mark Boal

Musicalización: James Newton Howard

Fotografía: Barry Ackroyd

Productores: Kathryn Bigelow, Mark Boal, Matthew Budman, Megan Ellison, Colin Wilson

Duración: 143 Minutos

Annapurna









Megan Ellison, productora nominada al Oscar por “Her” (2013), “American Hustle” (2013) y “Zero Dark Thirty” (2012), se aventura en la producción y distribución en solitario con el nuevo trabajo fílmico de Kathryn Bigelow acerca de uno de los incidentes más polémicos de brutalidad policiaca y/o racismo en los Estados Unidos.

Lo interesante en la propuesta de la directora y su colaborador en el libro cinematográfico es el estilo entre el documental y el drama, lo que le da mucha intensidad y hasta frialdad al relato, caray no podemos esperar menos dado el atroz evento; siéntense a recibir muchos golpes emocionales por parte de sus personajes; no es para un público débil.

El punto de partida que encendió el fuego el 23 de julio de 1967 fue una incursión de la policía en un bar de Detroit en un barrio negro donde algunos amigos celebraban el regreso de dos vecinos suyos de la Guerra de Vietnam. Las cosas se salieron de la mano, hasta el punto en que un asambleísta negro local imploró a sus electores que no "estropearan su vecindario". Pero el saqueo y la destrucción aumentaron, más policías fueron enviados, la Guardia Nacional fue llamada a proteger a la policía y después de tres días, Detroit comenzó a ser comparado con el propio Nam.

Mark Boal inteligentemente traza varias líneas argumentales en el proceso: cantantes de Motown nombrados ´The Dramatics´ quienes están a punto de dar una actuación, Larry (Algee Smith) se decepciona y frustra artísticamente dado que el evento es cancelado; Larry y su amigo Fred (Jacob Latimore) se refugian en el Hotel de Argel, un lugar destartalado con una piscina y un anexo trasero donde las drogas y las prostitutas están a la orden del día. Un evento terrible involucra a estos chicos con otras dos mujeres blancas (Hannah Murray y Kaitlyn Dever) lo que provoca la presencia de la policía rodeando el hotel creyendo que hay un francotirador dentro; la violencia no se hace esperar y todos y cada uno de los ahí presentes son torturados y amagados de manera brutal. El policía a cargo, Philip Krauss (Will Poulter), es un racista y un sádico de la peor clase, a pesar de su apariencia juvenil y hasta carismática, resulta que no lo es, golpea a sus sospechosos para extraer la verdad de ellos, la brutalidad y el abuso del poder, llevándolos a un cuarto de junto y amenazarlos a punta de pistola; hasta que es interrumpido por la llegada, de la Guardia Nacional, de la Policía del Estado de Michigan y de un guardia de seguridad Melvin Dismukes (John Boyega). Pero cuando Krauss tiene otro joven oficial que se une a su desagradable juego, las cosas van drásticamente mal, lo que resulta en más muertes, encubrimientos y mentiras descarnadas que llevan todo el camino a través de los juicios subsiguientes en los cuales los policías fueron exonerados por jurados blancos en los tribunales fuera de Detroit y el pobre Melvin quien solo quería ayudar sale perjudicado.

Parte del impacto que genera Bigelow en la audiencia es el elenco que eligió, prácticamente desconocidos y a pesar de no haber el suficiente desarrollo para todos las actuaciones sobresalen, en particular Will Poulter (sin importar lo desagradable de su personaje) y el bienintencionado John Boyega.

En cuanto al aspecto visual, la cámara siempre está en movimiento, muchos movimientos bruscos en especial en las secuencias de los disturbios, la composición de la imagen siempre granular; solo que Bigelow abusa de ello a punto de caer en un semanario de lo insólito. La Edición complementa la sensación de angustia en las escenas de interrogatorio en el hotel.

Visceral y desproporcionado de elementos patrióticos, Bigelow hace de “Detroit” (2017) un trabajo que muestra el pasado (y hasta involuntariamente el presente) violento y racista en los Estados Unidos, como lo mencione antes su atmosfera no es para los espectadores débiles de corazón, el público se indignará, no soportará tales atrocidades, volverán el estómago; caray nada que extrañar de lo que a diario vemos en los noticieros. Es Aterradora y pertinente, debe verse.

CALIFICACIÓN PARA “DETROIT” (2017): MAJESTUOSA

Nominaciones para la Estatuilla Dorada: A pesar de la excelente recepción crítica, dudo que los académicos tengan el suficiente amor al film dado su temática; siendo justos deberían considerarla en sonido, edición de sonido, edición, guion original, directora (Kathryn Bigelow) y Película
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