Las Complicaciones de filmar "Dallas Buyers Club" (2013) - por The Hollywood Reporter




Para todos los involucrados en el proyecto, "Dallas Buyers Club" (2013) fue el viaje de su vida, una película que ha tardado 20 años en llegar a la gran pantalla y que estuvo a punto de quedarse en un cajón, sino fuera porque el CEO de Focus Features James Schamus la compró como su última gran apuesta antes de tener que abandonar el estudio. "Todos tuvimos que remar a contracorriente con fuertes vientos", asegura el productor Robbie Brenner. Por casualidad, los retrasos beneficiaron a Matthew McConaughey, que cada vez pesaba menos para hacer este papel que algunos dicen le puede dar el Oscar de mejor actor este año.


"Matthew era como polvora", dice Jennifer Garner. "Su interpretación era aún más salvaje en el set de rodaje de lo que se ve en pantalla" Garner también habla de los problemas de financiación. "No había luces, usábamos una sola cámara y cada escena debíamos rodarla en unos 15 minutos. No había tiempo para discutir escenas o detalles. Se rodaba y a otra cosa. Yo nunca he rodado tan rápido una película"
Pero la preproducción de la película fue muy lenta. "Un amigo me envió un artículo sobre Ron en 1992 y yo pensé que podría ser una gran historia para una película", narra el escritor Craig Borten. " Llamé a Ron y me dijo: 'Estaré allí mañana'. Borten tiene más de 20 horas de entrevista grabadas antes de que Ron muriera con 42 años en septiembre de 1992, siete años después de que los médicos le pronosticaran que iba a morir en cuestión de semanas. "Yo he escrito diez guiones diferentes". A mediados de los años 90, Dennis Hopper iba a ser el encargado de dirigir a Woody Harrelson como Woodroof, pero finalmente el proyecto nunca vio la luz.
 En 1996, Brenner leyó por primera vez el guión pero no se convirtió en productor hasta 2001. (Rachel Winter se subió a bordo para producirla en 2009.) "Yo sabía que Marc Forster podía ser una gran opción y me gustaba Brad Pitt como actor, así que hablé con Universal. Pero aún así nadie quería hacer una película sobre dos chicos que mueren de SIDA. No importa cuánto de inspiradora era su historia. "Marc acabó haciendo 'Finding Neverland' y Pitt se cayó", cuenta Brenner . En 2008 , Craig Gillespie fue elegido para dirigir  a Ryan Gosling. Escritores como Guillermo Arriaga y Stephen Belber iban y venían. Lo mismo hicieron Gillespie y Gosling (y, entre 2011 y 2012, se especuló con Gael García Bernal en el papel que finalmente ha hecho Leto finalmente y Hilary Swank para el de Garner).
"La película fue rechazada 87 veces", dice Brenner . Acabó recurriendo a Jean-Marc Vallée, que se interesó mucho en el proyecto. Pero había un problema: Matthew McConaughey. "Yo no estaba seguro de que él pudiera hacer el papel protagonista", admite Vallée. "¿El hombre más guapo del mundo con esos músculos que tiene?" Entonces me reuní con él y vi que era un chico comprometido y que quería dar un giro a su carrera".
"Trabajamos en el guión durante un año, y el verano pasado estábamos listos para rodar", dice Vallée. "Necesitábamos $ 8 millones para un rodaje de 40 días. Pero los financieros se asustaron", rememora Brenner: "Finalmente nos cerraron la puerta". Llamé al agente de McConaughey y me dijo que el actor había perdido 40 libras de peso. Había que hacer la película ahora o nunca. Finalmente, consiguieron la ayuda de Cassian Elwes y Nicholas Chartier para poder llevar a cabo la película. Sin embargo, el rodaje fue rudimentario. Una escena en un local de striptease se rodó con 150 velas renunciando a bombillas costosas. Si el director de fotografía quería rodar un ángulo en contrapicado, debía poner una caja debajo de la cámara.  Se temió por la salud de McConaughey, débil y flaco, pero fue Jared Leto quien realmente asustaba al equipo de producción. "Prácticamente dejó de comer", dice Garner. "Se despertaba a medianoche con el corazón latiéndole muy deprisa. Una loca, loca sensación".

Las primeras semanas Jean Marc-Vallé decía entre bromas que quería morirse. "Sentía que estaba haciendo una película estúpida". Fue la entrega de Leto y McConaughey lo que le calmó y le hizo confiar en el proyecto. Cuando entró en la sala de montaje, tuvo la revelación. Vio que todo encajaba y que había conseguido mezclar el drama más duro con la comedia más liviana.

 

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