Pedro Almodóvar regresó hoy a Cannes como productor de "Relatos Salvajes" (2014) del argentino Damián Szifrón, una película que compite por una Palma de Oro que el español cree que no ganará, pero considera que "no hace falta ganar un premio para que la película vaya bienparada".
Tres años después de presentar en el festival "La piel que habito", Almodóvar y su hermano Agustín acompañaron como productores de "Relatos Salvajes", una película llena de rostros conocidos, como Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia y Dario Grandinetti, que fue recibida en Cannes con risas y aplausos.
Se trata de una comedia negra y salvaje, que fue lo que precisamente atrajo al cineasta español.
"Me sedujo justamente la parte que está en el título, la parte más salvaje", explicó en unas breves declaraciones a la prensa tras la presentación oficial de la película.
En concreto se refirió al episodio protagonizado por Darín –la película está formada por seis historias independientes-, al que hace estallar de ira que la grúa se lleve injustamente su coche por estar mal aparcado.
"Yo no creo que eso hay que justificarlo comparándolo con la realidad, con la realidad social con la que vivimos. Por supuesto todo el mundo haría algo como Darín contra la burocracia a la que nos sometemos", afirmó Almodóvar.
Uno de los temas que más le gusta al director de "Hable con ella" es la violencia en el cine; a Almodóvar le atrajo la forma cómica en la que Szifrón la aborda: como estallidos de ciudadanos normales ante situaciones límite: "Eso es lo que nos sedujo, que era muy divertida".
Respecto a su papel en la película, se denominó un "padrino en la sombra" que ha intervenido solo en los "momentos capitales".
"Vi 'Tiempo de Valientes' -película de Szifrón de 2005-, se la recomendé a mi hermano, nos encantó" y decidieron que querían trabajar con él.
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