Alejandro González Iñárritu cuenta ya con una ventaja: todos sus anteriores films han sido nominados al Oscar. Su obra novel fue en 2000 con "Amores perros", un drama de historias cruzadas con epicentro en un fatal accidente automovilístico en pleno Ciudad de México. La película fue nominada en la categoría de mejor cinta de habla no inglesa aunque finalmente la estatuilla se la llevóAng Lee representando a Taiwán con "Tigre y dragón". Tras el arrollador éxito internacional en su debut, Iñárritu entró en Hollywood y decidió mantener la estructura de "Amores perros" en una cinta más espiritual pero que mantenía su base ambivalente: esperanza y humanidad, miseria y supervivencia. Gracias a "21 gramos", Naomi Watts fue candidata a mejor actriz y Benicio del Toroarañó la nominación de actor secundario. En 2006, Iñárritu extrapoló la colisión de vidas y emociones a límite y la llevó alrededor del mundo con "Babel"; la apuesta definitiva para el Oscar que le reportó ocho nominaciones, incluyendo mejor película y director, y el Globo de Oro a la mejor cinta dramática. Pese a competir como favorita a la victoria durante buena parte de la carrera, finalmente los deseos de la Academia por reconocer la trayectoria deMartin Scorsese ("The departed"), dejaron a la cinta con sólo el Oscar de banda sonora para el argentino Gustavo Santaolalla.
Una vez cerrada la trilogía de la muerte y tras el divorcio con el guionista Guillermo Arriaga, Iñárritu voló en solitario hacia nuevos proyectos. Su primera parada fue"Biutiful", una irregular obra que mostraba el lado oscuro de Barcelona, sus barrios marginales y su miseria. Poesía dolorosa que llevaba al ser humano hasta el extremo, en un baile constante con la muerte que desnudaba nuestra más desagradable honestidad. Pese a que no convenció a todos, el film se coló en la categoría foránea de los Oscar representando a México y Javier Bardem sumaba por su papel de Uxbal su tercera candidatura a la estatuilla de Hollywood.
Cuatro años después, Iñárritu ha abandonado el drama más oscuro para arrojar luz y humor a su filmografía. El mexicano da un giro de 180 grados y sorprende a todos con… ¡una comedia! Aunque, eso sí, algo atípica. Y el cambio parece haberle sentado bien a tenor de las primeras reacciones que "Birdman" cosechó la semana pasada en su presentación en el festival de Venecia. "Es un un tour de force técnico, una comedia negra bellamente interpretada y con un inteligente guión que dejará a la audiencia con ganas de más... como de saber cómo Alejandro González Iñárritu ha sacado adelante alguno de los momentos más espectaculares de la película", decía Screendaily.com. Variety aseguraba que Iñárritu "filma su mejor película, un triunfo desde todos los puntos de vista creativos, desde su brillante reparto a una puesta en escena que conquistará a la industria, los cinéfilos y el público medio de igual manera". Y The Telegraph sentenciaba: Iñárritu no golpeaba la pantalla con tanta fuerza desde su debut en 'Amores Perros'"
Queda claro que Iñárritu ha vuelto a la carrera por el Oscar a lo grande, buscando finalmente el reconocimiento en las categorías principales. Tras dos nominaciones, quizá sea el año de la continuidad y veamos a finales de febrero a otro director mexicano triunfando en la meca de Hollywood.
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