Era el estreno más
esperado del festival de cine de Londres. Hace unas horas tuvo lugar la
premiere mundial de “Fury” (2014),
el esperado drama bélico ambientado en la Segunda Guerra Mundial que David Ayer
ha dirigido con Brad Pitt al frente de un coral reparto lleno de rostros
conocidos.
Numerosos expertos
consideraban la ambiciosa apuesta de Sony como una de las posibles sorpresas de
la inminente temporada de premios, pero las primeras reacciones que llegan
desde la capital británica invitan a descartarla de las apuestas. La dirección
de fotografía y las escenas de acción se llevan la mejor parte de los
comentarios de la prensa, pero el guión ha sido duramente atacado por algunos
de los periodistas que ya han podido ver la película y muchos coinciden en que
la película recuerda a dos títulos como “Inglourious
Basterds” (2009) y la israelí “Lebanon”,
sin conseguir ser mejor que ninguna de ellas. En el lado interpretativo, hay
algún comentario entusiasta respecto a Brad Pitt y Logan Lerman se lleva buenas
críticas, pero todo apunta a que podemos ir descartándole de la carrera de
mejor actor de reparto.
Peter Debruge,
Variety: "Brad Pitt interpreta una versión rebajada de su personaje de “Inglourios
Basterds” en esta decepcionante e insulta mirada a la Segunda Guerra Mundial.
(...) Algunas proezas son inolvidables. El Álamo, los 300 espartanos que murieron
en las Termópilas... ¿Pero este grupo de cinco soldados norteamericanos que se
enfrentaron a los nazis a los mandos de un tanque? No sólo lo que nos cuenta “Fury”
no existió. Además, lo más probable es que los cinéfilos se hayan olvidado de
ello dentro de seis meses, por mucho que los ejecutivos de Sony intenten
hacernos creer que otro evento como la citada película de Quentin Tarantino,
otra distopía ambientada en la Alemania Nazi (...) El proyecto supone un gran
salto en ambiciones para David Ayer, pero acaba siendo una decepción. Aunque a
nivel visual, logístico y de detalles sea una película compleja, el guión de
Ayer es soso a los niveles más básicos, sufriendo por caracterizaciones
excesivamente simples y un final tan estimulante como tonto.
Por lo general, “Fury”
se parece más a las películas bélicas clásicas (dónde las meticulosas
composiciones están llevadas a cabo con gran atención y detalle) que al actual
cine del género y su tendencia al uso de la cámara en mano y el énfasis en la
inmersión. Lo mismo se puede decir de la banda sonora de Steven Price y sus
múltiples variaciones de un mismo leit motif (...) La aproximación
contradictoria de Ayer se puede apreciar en casi todos los aspectos de la
película. Por un lado, la película busca capturar la autenticidad de los
hechos, animando a los actores a usar acentos a menudo inteligibles y una
mezcla de sonido demasiado ruidosa. Por otro, las conversaciones parecen
diálogos de manual y carentes de toda naturalidad, parece una sucesión de
frases de trailer que nos recuerdan que en realidad estamos lidiando con una
serie de estereotipos."
Eric Kohn, Indiewire
(Nota: C): "El brutal drama de David Ayer carga las tintas en el uso de la
violencia y el estado de ánimo, pero peca de exceso de ligereza en el resto de
aspectos de la película. El agresivo y descarado drama de Ayer logra crear un
imaginario visual poderoso y llega a impactar visceralmente con una atmósfera
infernal que nunca amaina, pero el director se toma su misión de forma
demasiado literal y la película se acaba perdiendo literalmente en la neblina
de la guerra. La cinta es una ilustración extrema y bellamente rodada de que la
guerra es infierno... pero es poco más. A pesar de durar 2 horas y cuarto, “Fury”
nunca llega a ir más allá (...) La película gana puntos por intentar retratar
la Segunda Guerra Mundial en términos minimalistas, pero Ayer fracasa a la hora
de profundizar en esas intenciones. A pesar de la ruidosa y predominante
interpretación de Brad Pitt, la verdadera estrella de la producción es el
director de fotografía, Roman Vasyonov. Sus planos grisáceos le dan una
cualidad hiperrealista a la narración. Su estilo impresionista es
particularmente efectivo durante el espectacular final de la película. La pena
es que los extraordinarios aspectos visuales de la cinta nunca se aprovechen de
manera sustancial. Tampoco lo hacen los personajes y es que, a pesar de ser una
historial coral, “Fury” no ofrece interpretaciones memorables. La labor de Shia
LaBeou queda en un segundo plano por sus últimos escándalos públicos, mientras
Peña y Bernthal se limitan a interpretar estereotipos. Logan Lerman es útil en
el papel de personaje con el que empatizar, pero su presencia no ofrece nada
nuevo."
Drew McWeeney,
Hitfix: (Nota: B-): "Ayer hace un gran trabajo en la creación de los
detalles de la vida diaria de un tanque de combate en los últimos días de la
Segunda Guerra Mundial (...) Hay varias secuencias estupendas en la película.
Ayer tiene un verdadero don para poner en escena de viscerales secuencias de
combate. Hay una gran escena en un campo que involucra una serie de tanques
americanos. En general, en cualquier momento en el que las balas vuelan, la
película cobra vida. El problema es que también hay varios callejones
narrativos sin salida que no funcionan de la manera que Ayer espera, incluyendo
un importante y perturbadora "set piece" que dura casi media hora
(...) “Fury” busca ser fea y sombría, pero nunca termina de alcanzar la
resonancia emocional que se plantea (...) Logan Lerman está muy bien en su
papel, pero la velocidad de su viaje emocional carece de credibilidad. Tiene
más sentido temáticamente que como elemento real de la propia historia."
Todd McCarthy, The
Hollywood Reporter: “Fury” es una buena y sólida película sobre la Segunda
Guerra Mundial, nada más y nada menos. Robusta, masculina, violenta y con una
historia lo suficientemente inusual para mantener el interés del espectador,
ésta es una versión moderna de la clase de película de Hollywood estrenaba
prácticamente cada semana en los años 1940 y 1950. Este tipo de de historia se
recibe hoy en día, en parte por la participación de un Brad Pitt en una de sus
interpretaciones más emblemáticas, como un proyecto mucho más ambicioso... y
son precisamente esas leves dósis de pretenciosidad en el tramo culminante de
la historia su problema más notable (...) El mejor pasaje de la película es un
interludio conmovedor y trágico, un impasse que se dedica a analizar los daños
- psicológicos, emocionales y físicos - que la guerra causa más allá de las
víctimas inmediatas de la batalla (...)
Filmada en escenarios
ingleses, la película tiene tiene un atractivo y silencioso aspecto que refleja
claramente el clima, la hora del día y las circunstancias inmediatas de cada
escena; dejando de lado el aspecto documental empleado por Ayer en “End of
Watch”. El director de fotografía Roman Vasyanov va por otro lado en este caso
con lo que podríamos definir como un aspecto de refinamiento accidentado. Los
tanques, los uniformes, los equipos y los sistemas. Todo ello contribuye a la
sensación vívida de realismo que desprende la película."
Lo fuera de lo real en esta pelicula es que pintan como estupidos a todo un batallon de la SS que se dejan matar enteros poniendose enfrente del tanque ignorando las mas elementales tacticas belicas...escena tipica para inflamar el sentido de patriotismo de los gringos.
ResponderBorrarTipica pelicula yanki, ellos los super hombres matando a cientos de "estupidos" alemanes que no saben nada de tácticas militares básicas y se lanzan a ser aniquilados como conejos, jajaajajjajajjjaj que estupidez mas grande.
ResponderBorrarTipica pelicula yanki, ellos los super hombres matando a cientos de "estupidos" alemanes que no saben nada de tácticas militares básicas y se lanzan a ser aniquilados como conejos, jajaajajjajajjjaj que estupidez mas grande.
ResponderBorrarla batalla final es increiblemente absurda
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