OSCAR 2015: "Birdman"/"BoyHood": El Duelo de la Muerte - por PremiosOscar.net



No es la primera vez que pasa. Los gremios han vuelto a dar un giro a la carrera como sucedió con 'Avatar' – 'The Hurt Locker' y 'The Social Network' – 'The King´s Speech'. Este último precedente traumatizó a todos lo seguidores de los Oscars, planteando la frustrante constatación de que ante una carrera dividida, la Academia tendía a optar por la opción más conservadora. El voto preferencial tuvo consecuencias y efectivamente una película que levantó pasiones cayó derrotada ante otra que quizá no fascinase a nadie, pero entretuvo a todo el mundo.


Este año muchos temíamos que la tragedia se repetiría con 'The Imitation Game'. Una película de autor como 'Boyhood', única en su especie y que ha calado hondo en el corazón de los críticos, podía perder ante un biopic tradicional y formulaico. Esas eran al menos las vibraciones que nos llegaban desde la prensa norteamericana, que siempre habla como si supiese algo que nosotros no sabemos. Qué equivocados estaban, y por extensión nosotros también. 'Birdman', esa película que todos descartamos para el Oscar por ser demasiado mordaz, demasiado corrosiva y, no nos engañemos, demasiado inteligente, ha trascendido como la película favorita de los productores, los actores y los directores.

¿Por qué no nos hemos enterado de nada? ¿Por qué incluso cuando se estrenó 'Birdman' nadie pensó "esta peli puede triunfar entre la industria"? En mi opinión ha habido demasiado ruido de fondo: unos luchando por la presencia casi impensable de 'Whiplash' y 'Foxcatcher', otros viviendo el sueño de ver a Jennifer Aniston nominada, la mayoría atacando sin piedad y excesivamente a 'The Imitation Game' para evitar una ganadora cobarde. 'Boyhood' era la gran apuesta indie, y su impacto emocional se suponía que la colocaba por delante de 'Birdman'. En la batalla de los premios de la crítica, la película de Iñárritu salió escaldada, siendo ignorada en su propio terreno porque las asociaciones de críticos comprendieron que el enemigo era 'The Imitation Game' y su única baza factible era 'Boyhood'.

En medio de toda esa confusión nadie supo darse cuenta de que 'Birdman' era un prodigio artístico que además retorcía otros retratos de Hollywood amables ('The Artist') y falsamente satíricos ('Argo'). La ausencia de 'Birdman' en dos categorías en las que brilla tanto como montaje y dirección artística puso la estadística en su contra: la última película en ganar sin estar nominada a montaje fue 'Gente corriente', ausencia comprensible por otra parte.

Pero corren tiempos nuevos y revolucionarios en la Academia, con ganadoras ausentes en Mejor Director ('Argo') o Fotografía y Banda Sonora ('12 Years a Slave'). Las estadísticas están para romperse. Obviamente Ben Affleck fue un sexto nominado y su ausencia fue una casualidad numérica, no un castigo deliberado. 'Titanic' ganó sin tener el guión nominado, y 'The Silence of the Lmabs' arrasó 13 meses después de su estreno. Ese tipo de "incoherencias" o casualidades son las que hacen que sigamos, año tras año, comentando la carrera de premios con emoción e interés.

Si cada año pasase lo que ya parece que va a pasar en septiembre, ni nos molestaríamos en analizar la carrera al Oscar. Y lo que hace de este año un triunfo para la Academia es que por primera vez nos encontramos ante dos películas aspirantes atípicas, tremendamente de autor, y sin alternativa cobarde y conservadora. La industria ha dicho NO a 'The Imitation Game', ha reconocido la extravagante visión de Wes Anderson y ha reivindicado el cine audaz e reflexivo con 'Foxcatcher' y 'Whiplash', del mismo modo que los Emmy han abrazado de lleno las series de cable tan solo 15 años después de que la nominación de 'Los Soprano' fuese considerada un atrevimiento transgresor.

Quedan vestigios de la vieja Academia, con 'The Imitation Game' y 'The Theory of Everything', pero pienso que este año será recordado como un enorme punto de inflexión en los Oscars. Da la impresión de que los votantes están cansados de equivocarse y no tener la visión suficiente para apostar por el cine rompedor y valiente. Da la impresión de que la batalla 'Boyhood' – 'Birdman es una gran disculpa por no haber entendido la excelencia y coraje artísticos de 'Magnolia', 'Requiem for a Dream', 'Eternal Sunshine of the Spotless Mind' o 'Zodiac'.

Pero por algún inexplicable motivo, 'Birdman' no llegará a los Oscars como gran favorita. Sigue siendo demasiado ácida, aunque su socarronería no ha impedido que gane el PGA (sindicato de productores), que también vota de forma preferencial (colocando las películas del 1 al 10 y ganando la que guste más por consenso, no necesariamente la que tenga más números 1). ¿Os imagináis qué estaríamos diciendo si 'The Imitation Game' hubiese ganado PGA, SAG y DGA? Exacto. La carrera estaría absolutamente sentenciada. Y no olvidemos el enorme mérito de las victorias de 'Birdman', que solo era favorita en el SAG (donde podía perder ante el extenso reparto de 'El gran Hotel Budapest'), imponiéndose a 'The Imitation Game'/'Boyhood'/'Budapest' (PGA) y a la hazaña temporal de Richard Linklater (DGA).

Si 'Birdman' acaba ganando todos pensaremos "obviamente, ganó en los tres gremios". Si pierde, diremos "obviamente, es demasiado radical". Vivimos una incertidumbre que convierte esta carrera en la más estimulante de los últimos años. Quiero recordar que las votaciones comenzaron esta semana, y ya sabemos que muchos académicos votan a la película que creen que va a ganar para estar en el bando triunfador. Y ahora mismo todos piensan que 'Birdman' es la favorita.

'Apolo 13' perdió tras ganar los tres gremios, pero insisto en que no me interesa apoyarme en precedentes de hace 20 años. Estamos ante una Academia nueva, inquieta y sin miedo en la que cualquier cosa puede pasar. En esta web hemos subrayado varias veces que este año solo tres títulos tienen críticas de ganadora: 'Boyhood', 'Birdman' y 'Selma'. Pase lo que pase, no creo que este año los aficionados se ultrajen por la ganadora. Tanto el teamBoyhood como el teamBirdman saludará y apreciará la victoria de su contrincante.

Sea cual sea el resultado, todos ganamos. Gane 'Birdman' o gane 'Boyhood', ganará el cine intrépido sin miedo a arriesgar. Ganará una Academia capaz de apreciar una película con carácter para la posteridad. Ganará el público, que hará suya esa película victoriosa que no le ha tratado como si fuera idiota.

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