Se presentó fuera de
competencia en el 68º Festival Internacional de Cine de Cannes, “The Little Prince” (2015), adaptación
cinematográfica dirigida por Mark Osborne (“Kung
Fu Panda”, 2008). Basado en la bella y delicada novela corta del escritor y
aviador francés, Antoine de Saint-Exupéry, el filme toma ciertas libertades
creativas respecto a la historia original, pero el director mantiene el tono y
la atmósfera que ha cautivado a muchas generaciones.
La película se centra en una
niña, cuya madre planifica cada minuto de su vida. Su vecino, un excéntrico
anciano es quien introduce a la pequeña en un mundo mágico donde habita un
pequeño hombre.
Osborne y su equipo creativo
emplearon una combinación de stop motion y animación digital para darle vida a
los dos mundo que se retratan en la película. En conferencia de prensa, donde
estuvo acompañado por la actriz Mackenzie Foy (quien presta su voz a la Niña) y
algunos de los actores que prestaron su voz para la versión francesa (André
Dussolier, Florence Foresti, y la cantante Camille), el director confesó que
conoció El principito hace 25 años cuando su ahora esposa se lo regaló mientras
estudiaban la universidad y mantenían una relación a distancia.
“El libro era especial en mi
vida. Mi mujer me lo regaló hace 25 años cuando estábamos en la universidad.
Ella solía citarlo a menudo y cuando leí un ejemplar por fin lo entendí todo.
Soy muy consciente del poder del libro y de que se convierte en parte de tu
vida, por eso al principio dije que no al proyecto”
-Andrew
Pulver, The Guardian le da 3 estrellas de cinco:
Desde los primeros minutos
es evidente que no se trata de una adaptación directa de El Principito, sino
más bien, que se inserta en una estructura más convencional. […] Destaca el
gran movimiento estilístico de Osborne para animar el “presente” en CGI -muy al
estilo contemporáneo- y luego, cuando
entramos a la narración del personaje anciano, se cambia a una hermosa técnica
de stop motion; es un recurso muy eficaz y muy agradable a la vista. El filme
representa un valiente intento de hacerle justicia a un libro muy popular, y lo
logra, pero nada más
-Scott
Foundas, Variety:
El clásico atemporal de
Antoine de Saint-Exupery se renueva en una amorosa versión del siglo XXI,
especialmente en sus secuencias artesanazas de stop motion. El filme de Mark
Osborne es una obra respetuoso que amorosamente reinventa el cuento francés y
que añade una historia lírica de amistad entre un piloto y un viajero
misterioso, pero se mantiene fiel a su descripción atemporal resaltando el
asombro de la niñez en conflicto con la desilusión del adulto. El filme puede
carecer del ritmo rápido y de alto concepto de narración de los más populares
filmes de animación de la actualidad, pero debe tener un eco sólido con el
público familiar de todo el mundo.
-Leslie
Felperin, The Hollywood Reporter
Los creadores tomaron giro
admirablemente arriesgado y optaron por introducir, en la historia original, un
relato sobre un libro que está escribiendo en la época actual un aviador de
edad avanzada, vecino de la protagonista, que es su única lectora. […] En el
fondo, el defecto de la película es que no parece tener ninguna fe en la
inteligencia emocional de su audiencia, insistiendo constantemente en el
mensaje de los realizadores. Sin embargo, algunos espectadores pueden ser mucho
más tolerantes y abiertos al sello de esta película de didáctica,
sentimentalista y pseudoliteraria.
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