Directores: Fergal Reilly & Clay Kaytis
(Opera Prima)
Actores (Voces): Romeo Santos, Kate McKinnon, Sean
Penn, Tony Hale, Keegan-Michael Key, Bill Hader, Peter Dinklage, Jason
Sudeikis, Josh Gad, Danny McBride, Maya Rudolph, Samuel Faraci, Kallan Holley
Guion: Jon Vitti, Mikael Hed, Mikko Polla,
John Cohen
Musicalización: Heitor Pereira
Fotografía: Gran Babbitt
Productores: John Cohen, Catherine Winder
Duración: 97 Minutos
Columbia Pictures
El paso hacia la gran pantalla era inevitable, inclusive no
ha de extrañar que se siga preparando toda una serie más de filmes, programas
de televisión, contenido para plataformas en Internet, etc., el negocio de los
Angry Birds es de lo más redituable y eso no se le niega.
Pero, como en todo, existen las reglas y esta vez se someten
estos famosos personajes al público masivo que asiste a las salas de cine cada
fin de semana y claro, ala análisis oportuno de su trabajo fílmico, que en
principio podría resultar hasta estimulante, pero conforme los minutos avanzan
(casi) todo va en declive.
En Isla Aves todo transcurre con calma y tranquilidad. Pero
hay un habitante, Red (Jason Sudeikis) al que se le trata como marginado ya que
no puede manejar su ira y enojo constantes y contrasta con la armonía del
lugar. Para ello es obligado a tomar clases para el control de su temperamento
con Matilda (Maya Rudolph), pero resulta que el ave especialista no puede ni
lidiar con sus propios problemas. Red conoce a una ave amarilla hiperactiva de
nombre Chuck (Josh Gad) también a Bomb (Danny McBride) y a Terrence (El Ganador
del Oscar Sean Penn). Un día cualquiera una nave arriba a la isla, comandada
por un cerdo verde Leonard (Bill Hader) quien junto a sus compañeros de viaje
les ofrecen ayuda a las pobres aves que no pueden volar y proveerles
suministros; algo que Red se cuestiona constantemente hasta que descubre el
verdadero plan de los cerdos verdes y se convierte en el líder de un movimiento
de liberación para salvar a su pueblo de los cerdos verdes.
Con guiños a los clásicos instantáneos de los años 30´s, 40´s
y 50´s de la Warner Bros. Con los Looney Tunes y sus Fantasías Animadas de
ayer, hoy y siempre, también al trabajo de Tex Avery y Chuck Jones con ligeras
viñetas a la Disney; Jon Vitti (colaborador en The Simpsons) elabora su guion
con una de las mayores simplezas del mundo, solo sirviendo a la necesidad
comercial del mercado de ofrecer productos no tan ambiciosos que permitan
recuperar la inversión y saldar los libros contables a los productores. Y no
solo eso, también ofrece el material suficiente para entretener con esa misma
ligereza a un público que no se atreve a exigir y/o demandar más. El guion va
de la comedia a la acción en cuestión de segundos sin dar paso al respiro entre
ambos géneros, los planteamientos de Vitti solo se quedan en eso: ¿Qué Somos?,
¿A dónde Pertenecemos? ¿Dónde es nuestro lugar? Y el resto de la trama da
vueltas en círculos con esas preguntas.
Ahora, no todo puede ser tan decepcionante en “Angry Birds” (2016) –tampoco estamos
ante un film que todo el mundo esperaba ver- la animación es bastante atractiva, muy bien
ejecutada al menos para la creación de los personajes, un poco más
tridimensionales de lo que estamos acostumbrados a verlos en la App Store; un
diseño de escenarios y la paleta de colores en la fotografía la hacen agradable
a la vista.
“Angry Birds” (2016) supone también una nueva oportunidad
de Sony Animation por seguir buscando la manera de encontrar un lugar dentro
del ya competido mundo de la animación, si lo vemos en perspectiva, el film
remite a las intenciones de Red de buscar el lugar a donde pertenece; pero la
compañía tiene que seguir buscando, y buscando, y buscando…
CALIFICACIÓN PARA
“ANGRY BIRDS” (2016): REGULAR
Nominaciones para la Estatuilla Dorada: Bitch, please!
@AngryBirds Facebook.Com/AngryBirdsMovie
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