Director: Barry
Jenkins (“Medicine for Melancholy”)
Actores: Alex
Hibbert, Jaden Piner, Jharrel Jerome, Naomie Harris, Mahershala Ali, Trevante
Rhodes, Andre Holland, Janelle Monae, Ashton Sanders
Guion: Barry Jenkins
Musicalización: Nicholas
Britell
Fotografía: James
Laxton
Productores: Adele
Romanski, Dede Gardner, Jeremy Kleiner
Duración: 111 Minutos
A24
PROEMIO
Sexo, género y masculinidad son
conceptos que frecuentemente se consideran sinónimos. La masculinidad de un
nuevo ser puede comenzar a construirse antes del embarazo y continúa después
del nacimiento. Relaciones de género son los patrones de comportamiento en que
el poder y la desigualdad favorecen al hombre y postergan a la mujer. La
diferencia de poder entre género se observa, por ejemplo, en el deterioro de la
salud física y mental de la mujer que resulta del trauma de la violencia
doméstica. El precio de la masculinidad se refiere a la «necesidad» de
someterse a situaciones violentas que puede resultar en muertes prematuras.
Para llegar a la igualdad entre los géneros es necesario terminar con la
separación entre los espacios masculinos y femeninos. Hace falta una mayor
participación de la mujer en el espacio social y en una inserción más
igualitaria del hombre en el espacio privado. La palabra masculinidad sugiere
la idea de hombre y el título de este trabajo podría sugerir que vamos a
referirnos solamente a los hombres, haciendo una apología de ellos o al
contrario, que el objetivo es desprestigiarlos. Sin embargo, el título no
excluye la feminidad, inseparable y complementaria de la masculinidad. Ni todos
los hombres tienen las mismas actitudes y comportamientos definidos como
masculinos, ni todas las mujeres carecen de este tipo de rasgos. Como veremos más
adelante, la masculinidad parece tener una serie de ventajas, por las cuales
los hombres aceptarían de buen grado cumplir los roles masculinos y las mujeres
desearían adoptar por lo menos algunas de las características atribuidas a
ellos. Sin embargo, como la masculinidad, de la misma forma que la feminidad,
son construcciones sociales, la adhesión de hombres y mujeres a una o a la otra
dependerá de la educación que reciban en la infancia y de las influencias a que
sean sometidos a lo largo de su vida. Pero nada impide que los hombres adopten
algunas conductas consideradas femeninas y las mujeres conductas masculinas.
Cuando esto ocurra tendrán que enfrentar conflictos de distinta gravedad, en la
medida en que la sociedad en que viven acepte o rechace estos desafíos a la
norma. La aceptación o rechazo de la masculinidad, como norma que prevalece en
una sociedad, tiene un impacto importante en la calidad de vida de los hombres
y de las mujeres. Esto explica la necesidad de analizar cómo ella se construye
y qué importancia tiene para la vida en sociedad, por ejemplo.
DESARROLLO
Así, con este proemio que acaban
de leer, podemos comenzar a analizar el nuevo film que trata precisamente sobre
ello, la masculinidad y su verdadera definición. Al Igual que en la Obra
Maestra “BoyHood” (2014) somos
testigos de la manera en como su protagonista en tres etapas de su vida trata
de encontrar el verdadero significado de su vida sujetándose a la represión
sobre su verdadera identidad como lo vimos en “Brokeback Mountain” (2005) y en “Carol” (2015). Nadie dijo que la vida fuera fácil y para esto el
director traslada el contexto que plantea en medio de la comunidad
afroamericana en Miami, afortunadamente desistiendo de la idea inicial de
hacerla una obra de teatro.
Juan (Mahershala Ali) es un
traficante de drogas de origen cubano que dirige un equipo de trabajo local. En
un día cualquier encuentra a un niño de nombre Chiron (Alex Hibbert) quien ha
escapado de sus compañeros de colegio que lo hostigaban a diario. Tras
ofrecerle comida y techo, Juan comienza a tratarlo como si fuese su hijo y
junto a su novia le proporcionan calor de hogar ya que su madre enfermera Paula
(Naomie Harris) solo se preocupa por mantener su vicio. El Director no tiene
reparo en mostrar una emotiva escena en la que vemos como Chiron le cuestiona a
Juan sobre porque sus compañeros de colegio le lanzan insultos homófobos y por
qué su madre es adicta a los estupefacientes (también resonará mucho en el
espectador el cómo Chiron tiene que preparar agua caliente para poder bañarse e
inclusive usar jabón para trastes para limpiarse) y otra secuencia en la que Juan
le enseña a nadar, especialmente a flotar para sentirse en el centro del mundo.
Tras un triste desenlace de la primera etapa, ahora vemos a Chiron de
adolescente (Ashton Sanders) quien ha mantenido un amor especial hacia su amigo
Kevin, juntos acuden a la playa a fumar un porro y en donde poco a poco hay un
delicado y muy sutil juego de seducción muy bien ejecutado por parte de Jenkins
para entender la perdida de la virginidad de Chiron. Sigue siendo atacado
brutalmente por los matones del barrio e insultado, algo ocurre por el cuál
Chiron entra a la Correccional de Menores y después de 10 años, en su etapa
adulta (Trevante Rhodes) ahora ocupa el lugar de Juan como traficante, los
cambios en su cuerpo y comportamiento son muy notorios, hasta que Kevin lo
contacta de nueva cuenta.
Jenkins trata el material que
tiene en las manos con mucha naturalidad, es una vida trágica, dura y
desesperanzadora, pero a su vez con la suficiente elegancia, solvencia y
ejecución que le quita cualquier vestidura, cualquier etiqueta que busque
condenarla gracias en parte a su trabajo en la edición y un trabajo en la
fotografía siempre acompañando a Chiron
a sus espaldas en cada etapa, matizando los estados de ánimo por los que
atraviesa; muchos primeros planos y la cámara en mano constantes. Jenkins no solo se encarga de relatarnos esta
historia, sino que gracias a su control absoluto, vemos en pantalla un retrato
feroz sobre la condición humana en medio del volátil ambiente afroamericano sin
caer en la crudeza de “Precious Based on
the Novel ´Push´ by Sapphire” (2009), ambas con grandes diferencias.
Las actuaciones merecen ser
reconocidas en la temporada de premios, el trabajo de los actores que
interpretan a Chiron en sus dos primeras etapas es formidable, desde la
ingenuidad infantil hasta el despertar adolescente, pero es Trevante Rodhes quien
recoge todos esos matices para mostrar a un Chiron igualmente lleno de
conflictos, sin muchos parlamentos, pero expresando el dolor del personaje en
su lenguaje corporal y sus expresiones faciales, no hay que extrañarnos si los
académicos toman nota de ello. Naomie Harris hace olvidarnos de su papel de
asistente de “SPECTRE” (2015) y “Skyfall” (2012) para entregar una
fuerte interpretación de la adicta Paula y Mahershala Ali como el traficante y
protector Juan.
EPÍLOGO
La construcción de la masculinidad
de un nuevo ser puede comenzar cuando la pareja planifica un embarazo o cuando
la mujer descubre que está embarazada. Los futuros padres empiezan a imaginarse
las características que tendrá el hijo, incluyendo su sexo. A partir del
nacimiento, el bebé de sexo masculino ya comienza a darse cuenta de lo que se
espera de él por tener las características de sus órganos genitales. Sin
embargo, no basta nacer con un pene para transformarse en hombre, hay un camino
por recorrer hasta llegar a serlo. Los primeros años de vida son fundamentales
y responsables por las características del hombre que va a surgir. La familia,
la escuela, los medios de comunicación y la sociedad en general le enseñan
explícita e implícitamente la forma en que debe pensar, sentir y actuar como
“hombre”. Por ejemplo, no puede llorar, debe ser fuerte, no debe mostrar sus
sentimientos, no puede tener miedo, y debe ser viril. Estas enseñanzas
comienzan a afectar la forma cómo el niño se relaciona consigo mismo y con los
demás.
¡Sé un Hombre!
CALIFICACION PARA “MOONLIGHT” (2016): MAJESTUOSA
Nominaciones para la Estatuilla
Dorada: edición, guion adaptado, actriz de reparto (Naomie Harris), actor de
reparto (Mahershala Ali), director (Barry Jenkins), película
@moonlightmov Facebook.Com/MoonlightMovie
Comentarios
Publicar un comentario