Directora: Julia Ducournau (Opera Prima)
Actores: Garance Marillier, Ella Rumpf, Rabah Nait Oufella, Joana
Preiss, Laurent Lucas, Bouli Lanners
Guion: Julia Ducournau
Musicalización: Jim Williams
Fotografía: Ruben Impens
Productores: Jean des Forets, Julie Gayet, Nadia Turincev
Duración: 98 Minutos
Petit Film
PROEMIO
Desde el punto de vista de la
moderna psicología, el deseo es la motivación de la vida humana. Dirige y
orienta los actos del hombre. Antes de que esta ciencia se independizara del
global conocimiento filosófico, también se consideró el deseo como uno de los
motores más importantes del comportamiento humano: desde las doctrinas
materialistas que propugnaban una satisfacción plena del deseo, hasta las
espiritualistas, que lo trataban como una de las causas de la infelicidad,
procurando trascenderlo para llegar, precisamente, a la felicidad. Pero hablar
de deseo implica connotaciones muy amplias. Nuestro cuerpo tiene deseos,
apetitos necesarios para la vida; nuestra psique tiene también deseos, deseos
de afecto, por ejemplo, y nuestra mente desea conocer, pensar; incluso hay
deseos desconocidos para nosotros mismos, como aquellos que surgen del
inconsciente. Según se explica en los manuales de psicología, el hombre, como
todos los organismos, se mueve hacia alguna parte porque necesita elementos que
no tiene y que le hacen falta para existir. La carencia de estos elementos
provoca en los organismos alteraciones internas, desequilibrios y tensiones que
se traducen en movimientos encaminados a conseguir del ambiente exterior lo que
le falta en el interior…
Ser arriesgado en el competido
mundo de la cinematografía no es nada fácil, directores emergen cada días pero
no todos tienen la gracia de que a través de su cámara nos cuenten algo que
resulte en una obra rompedora, desafiante, y cuanto demás adjetivo se pueda
usar. Aquí, en este trabajo fílmico de la directora novel Julia Ducournau
tenemos lo que en apariencia podría ser un thriller más pero que en su
visionado revela muchas capas complejas sobre la condición humana.
Continuando con el legado
familiar que sus padres iniciaron y seguido de su hermana mayor, Justine
(Garance Marillier) ingresa a la Escuela de Veterinaria y Zootecnia y como en
toda escuela los rituales de iniciación no se hacen esperar, es curioso cómo se
mantiene cierto hermetismo alrededor de la escuela. A la primera noche acude a
una fiesta con su hermana Alexia donde
ocurre algo que la incita a comer carne, esto para ella es imperdonable ya que
su familia es devotamente vegetariana; en el proceso Justine comienza a
transformarse en un ser desagradable (en cuanto a conducta).
La gran aportación de la
Directora es en mostrar en altas dosis secuencias de canibalismo pero con un
discurso sobre la adolescencia, la madurez, la sexualidad (sublime el cómo la
directora hace que su personaje principal considere más importante la carne que
copular), y como hasta en su físico se siente una Justine desafiante, diabólica
y perversa que solo está a la caza de su siguiente presa.
Una verdadera revelación entonces
podemos considerar el trabajo actoral de Garance Marillier como la frágil y
después volátil protagonista, esto gracias a que la directora traza muy bien si
psicología y sus líneas argumentales evitando en todo momento la complacencia y
el convencionalismo. Mención aparte a las salvajes escenas gore con el realismo
logrado por los encargados en Maquillaje y prótesis (cayendo en un lugar común
´tiñen de rojo la pantalla´).
El Guion de “Raw” (2016) tiene tanto que exponer en pantalla que cada que lo
hace, con sangre o no incluida, expone el talento de una directora que nos
prepara un desafío visual y narrativo que dejará a más de uno incomodo en su
respectivo asiento y visionado.
CALIFICACIÓN PARA “RAW” (2017): MAJESTUOSA
Nominaciones para la Estatuilla
Dorada: ¡No me imagino a los Académicos más veteranos mirando el film; ya de
por sí fue valiente premiar “Moonlight” (2016), pero siendo justos la deberían
contemplar en guion original!
@RawMovie Facebook.Com/Raw
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