Film Base Berlin Actores:
Tim Kalkhof, Sarah Adler, Roy Miller, Zohar Strauss, Sandra Sade Musicalización:
Dominique Charpentier Fotografía: Omri
Aloni Productor: Itai Tami Duración: 104 Minutos Guion: Ofir Raul Graizer Dirección: Ofir Raul Graizer
Thomas (Tim Kalkhof), es un
alemán que mantiene una relación secreta con un hombre judío llamado Oren (Roy
Miller) que conoce gracias a los postres que le compra. Tras preguntarse qué es
lo que ha pasado con Oren después de no saber nada de él por algunas semanas,
Thomas, como buen mancebo descubre que tuvo un accidente en el que perdió la
vida. Aprovechando la situación y con la intención de conocer más sobre el
hombre que amó, Thomas viaja a Jerusalén y conoce a Anat (Sarah Adler), la
esposa de Oren, quien está abrumada por el trabajo que tiene en su cafetería
judía. Poco a poco Thomas se vincula con su socia en aras de sanar, para ambos
la herida y el hueco tan grande que Oren dejó.
Tenemos pues el primer filme de
Ofir Raul Graizer, que a pesar de tratarse de un drama en toda la extensión de
la palabra no deja de tener ambigüedad y ambición en narrativa dejando algunas
cuestiones al aire, quizás a propósito para que la audiencia se despegue de sus
celulares y piensen sus propias conclusiones, punto a favor.
La cuestión amorosa está presente
en todo momento, (hasta en la elaboración de los pastelillos de Thomas) no solo
en un enfoque homosexual como lo vemos al inicio, también en la procuración de
ayudar al prójimo, esto el director lo
muestra en pantalla mientras cuestiona los deseos y las emociones de su trío
protagonista. Como si se tratase de una relación que no distingue color, religión,
hasta trasgresora (¿Acaso Guillermo del Toro acaba de hacer algo similar?)
Tampoco es oportunismo el
conflicto amoroso con el judaísmo, es respetuoso en ese aspecto, a diferencia
quizás de “Yentl” (1983) de la Ganadora
del Oscar Barbra Streisand, aquí solo son casualidades que desatan
causalidades.
Demasiado sutil la cámara del
director con planos fijos a las expresiones de sus actores, quienes por cierto
dan buenas interpretaciones; trabajando únicamente en su entorno, una puesta en
escena complaciente, “Der Kuchenmacher”
(2017) no desagrada en lo que cuenta evitando caer en el melodrama
Hallmark, con momentos líricos y siendo honesta en condición de Opera Prima, es
fácil de ver pero ¿Fácil de Olvidar?
CALIFICACIÓN PARA “DER KUCHENMACHER” (2018): BUENA Y MEDIA
Nominaciones para la Estatuilla
Dorada: -----------------------------------------------------------------------------
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