Universal Pictures Actores: Jason Clarke, Olivia Hamilton, Cory Michael Smith, Kris
Swanberg, Pablo Schreiber, Kyle Chandler, Lukas Haas, Ethan Embry, Brian D’Arcy
James, Claire Foy, Corey Stoll, Patrick Fugit, Christopher Abbott, Ciaran
Hinds, Ryan Gosling Musicalización: Justin
Hurwitz Fotografía: Linus Sandgren Productores: Wyck Godfrey, Marty Bowen,
Isaac Klausner, Damien Chazelle Duración:
133 Minutos Guion: Josh Singer Dirección: Damien Chazelle
¡No puedes exprimir agua de una
piedra!… es el pensamiento y sentir que me deja el visionado a “First Man” (2018) el nuevo film del
Ganador del Oscar Damien Sayre Chzelle quien deja atrás el colorido pasteloso y
romántico de su oda a “Les Parapluies de
Cherbourg” (1964): “LA LA LAND”
(2016) y decide embarcarse a un gran proyecto, su primera superproducción (por
así mencionarlo) pero dando un toque personal a uno de los momentos más
importantes de la historia de la humanidad y que hasta la fecha sigue siendo
motivo de controversia.
Y aquí lo interesante proviene
del hecho de que Chazelle despoja de cualquier sentimiento de patriotismo a la narración
para enfocar su visión a un lado más humano, realista, el cómo enfrentar una
victoria o hazaña con el hecho de perder a un ser querido de por medio. Así
como Andrew lo pierde todo tras querer perseguir su sueño de ser el mejor músico
del mundo o como Mia y Sebastian al renunciar a su amor para obtener una gran
recompensa futura, Armstrong logra una gran hazaña a costa de algo más.
Desde el inicio queda marcada la intención
del director de que el relato será atípico. Con muchas reminiscencias a “The Right Stuff” (1983) y hasta de la
misma “Gravity” (2013) e “Interstellar” (2014), el efecto
logrado en las escenas de entrenamiento gracias a la edición de sonido darán la
sensación de vacío constante al espectador. La Figura de Armstrong (el Nominado
al Oscar Ryan Gosling) se muestra como la de un hombre tranquilo, pasivo, con
una vida ordenada y tranquila hasta el deceso de su hija Karen a causa de un
tumor cerebral antes de su tercer cumpleaños mientras Armstrong trabaja en una
base aeronáutica en el sur de California. Esto provoca que el protagnista en cuestión
se forme una barrera en la que no pueda entrar nadie y trate de asimilar ese
dolor, ni siquiera su esposa Janet (Claire Foy) puede hacer algo a pesar de ser
ella la que trata de ser solidaria y fuerte. Armstrong se aplica a un programa
de la NASA que busca pilotos con experiencia en ingeniería para el Proyecto
Géminis. Neil forma una amistad con su
compañero astronauta Ed White (Jason Clarke) y su esposa Pam (Olivia Hamilton),
así como con Elliot See (Patrick Fugit). La Prensa y el público se obsesionan
con el proyecto, pero en especial a las fallas técnicas que ocurren durante las
pruebas. Pero en casa también hay tensión ya que Janet insiste a su esposo que les
comente a sus hijos sobre la posibilidad de que no pueda volver de la misión. El
panorama no es nada alentador (hasta ese instante) ni para Neil ni para los
miembros de la misión.
Actoralmente no habría nada que
reprocharle a Chzelle, tiene una capacidad increíble para obtener lo mejor de
su actores y así lo logra con la breve participación de sus secundarios (Corey
Stoll como Buzz Aldrin a resaltar), en cuanto a sus estelares no hay duda de
que la mancuerna con Gosling es efectiva, el canadiense encarna a un hombre tan
solemne, despojado de egolatría, banalidad, un hombre tan común y corriente
como cualquier otro pero que el destino lo prepara algo distinto y que lo
marcara por siempre. No hay mucho rango más allá para que se pueda explorar, se
ajusta a la solemnidad de la puesta en escena, pero pareciera que Gosling se
interpreta a sí mismo, no termina de convencerme en el personaje (haciendo de
lado el nulo parecido físico), esta actuación no me resalta entre alguna otra
que haya realizado. Pero quien si sorprende e impacta es Claire Foy, una mujer
que demuestra entereza emocional y física ante la tragedia y ante el gran
suceso en el que su familia se verá envuelta posteriormente, aquí si el guion
de Josh Singer da un campo de acción amplio para que Chazelle y su actriz
desarrollen una gama de emociones y expresiones con calibre de Oscar.
Desde el Festival de Venecia y
hasta este momento en el Festival de Morelia lo que más se ha comentado es que
su apartado técnico y visual es lo más importante. Filmada en panorámico, una cámara
en mano nerviosa, imagen granulada, la apariencia de una filmación casera en 16
mm, la de la edición y el sonido para el tercer acto es por lo que vale el
precio del boleto.
“First Man” (2018) tiene muchos puntos a favor pero también en
contra. Su solemnidad llega a ser monótona y repetitiva, los primeros planos funcionan
en un inicio pero durante el metraje no aportan nada más que miradas hacia el
infinito, su esquivo al biopic tradicional pero acariciando al melodrama le
afecta con escenas de relleno hacen de su ritmo algo más pasivo aún, se
agradece al guionista que la jerga técnica sea accesible y nada compleja como
en el filme de Christopher Nolan. Y tanta seriedad no le será agradable al
espectador promedio. Vamos pues, esto me
recuerda más al “Sully” (2015) de
Clint Eastwood: hombre común y corriente envuelto en algún suceso de
importancia y fuera de eso no hay nada más que excavar (de ahí la frase con la
que inicie esta Review).
Chazelle juega ya en las grandes
ligas de Hollywood con este film, lo prefiero mil veces trabajando en ese círculo
de cineastas independientes de donde nos ha regalado dos grandiosas… no; dos OBRAS
MAESTRAS para nuestra generación. Este docudrama banal no genera ni levanta
pasión y emoción, esto le hubiese quedado mejor a un director como Spielberg y
lo hubiese trabajado mejor.
CALIFICACIÓN PARA “FIRST MAN” (2018): BUENA
Nominaciones para la Estatuilla
Dorada: sonido, edición de sonido, vestuario, música original, actriz de reparto
(Claire Foy).
Twitter: @FirstManMovie Facebook.Com/FirstManMovie
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