Gaga Communications Inc. Actores: Lily Franky, Sakura Ando, Matsuoka Mayu, Kiki Kilin, Jyo
Kairi, Sasaki Miyu Musicalización: Hosono
Haruomi Fotografía: Kondo Ryuto Productores:
Matsuzaki Kaoru, Yose Akihiko, Taguchi Hijiri Duración: 122 Minutos Guion:
Hirokazu Kore-eda Dirección: Hirokazu
Kore-eda
Invierno, Osamu Shibata (Lily
Franky) su joven hijo Shota (Jyo Kairi), han estado robando en una tienda de
comestibles en una zona residencial cuando se encuentran con una niña de 4 años
que se está congelando en un balcón. El gran corazón de Osamu sale a relucir, y
la lleva a casa para una comida caliente. Su esposa, Nobuyo (Ando Sakura), no
quiere agregar otra boca que alimentar a su hogar golpeado por la pobreza. Pero
cuando ve marcas de quemaduras en el brazo de la niña, cambia de opinión y la
deja quedarse como miembro adoptado de la familia mientras que el pequeño Yuri
(Sasaki Miyu) resulta el más feliz por su llegada. Nobuyo comienza a sentirse
maternal hacia ella al igual que la abuela (Kiki Kilin) y también Aki
(Matsuoka Mayu). Pero algo empieza a surgir cuando la policía comienza a
investigar la desaparición de Yuri, entonces la familia toma una decisión importante
al respecto.
Si algo caracteriza a Kore-eda es
su obsesión con los dramas familiares y los lazos que los unen y que conforman
a la sociedad. Mientras que en “Soshite
chichi ni Naru” (2013) se exploraba el sentido de la pertenencia, aquí lo
hace desde la perspectiva de la moralidad y los sentimientos, ¿Cómo una familia
con actividades delictivas puede tener el deseo de dar cariño y amor a una
extraña? ¿Acaso no y se trata de un acto delictivo más, un secuestro express?
De Quedarse, ¿Aprenderá las mismas mañas?
Magistrales actuaciones del
reparto (Sakura Ando una gran revelación como la esposa de Osamu), todo en un
tono realista que se compagine con el entorno de pobreza de los personajes y el
desarrollo argumental con profundidad, desde el lugar que cada miembro tiene en
la familia, la dinámica familiar y como operan en la delincuencia; y una tonalidad
en su imagen que va de lo cálido a lo áspero, contraste en cada momento en
forma y fondo.
“Manbiki Kazoku” (2018) muestra un aspecto nada formal y poco convencional
sobre lo que representa una institución familiar y sus cimientos. La Cámara de
Kore-eda es sensible y toma su tiempo para explorar a detalle esa dinámica; no
solo los lazos sanguíneos unen, también se puede improvisar con extraños y
envolverlos de cariño y protección. El
director evita el sermón y la cursilería, te llega de golpe y sacude con su
realismo para llegar al final… ¡Qué Final! Y como el cliché lo amerita, es un
filme desgarrador. Merecida la Palme d´Or que Cate Blanchett le otorgó.
¡Cuidado Cuarón, tienes FUERTE
competencia aquí!
CALIFICACAIÓN PARA “MANBIKI KAZOKU” (2018): MAJESTUOSA
Nominaciones para la Estatuilla
Dorada: película extranjera, guion original
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