REVIEW OFICIAL DE "Tetris" (2023)

 



Apple TV Plus Pictures Actores: Anthony Boyle, Toby Jones, Roger Allam, Ben Miles, Togo Igawa, Moyo Akandé, Irina Kara, Niino Furuhata, Taron Egerton, Nikita Efremov, Oleg Shtefanko, Igor Grabuzov, Sofya Lebedeva, Stefan Milne, Anna Lavrenteva, Ben Bradley, Rick Yune, Mezi Atwood, Miles Barrow, Rob Locke, Aaron Vodovoz, Holly Woodhouse, Greg Kolpakchi, Matthew Marsh, Ieva Andrejevaite, Bhav Joshi, Sharon Young, Ken Yamamura   Musicalización: Lorne Balfe, Guadalupe Barbara Fotografía: Alwin H. Kuchler Productores: Matthew Vaughn, Gillian Berrie, Claudia Vaughn, Len Blavatnik, Gregor Cameron  Duración: 117 Minutos Guion: Noah Pink Dirección: Jon S. Baird




¿Cómo hacer una película sobre Videojuegos que sea interesante? ¿Qué elementos podrían ser de utilidad para destacarse entre las pobres adaptaciones que ha habido? O en su caso, ¿Por qué no mirar atrás y centrar la mirada a la creación de los mismos? El guion de Noah Pink trata de hacerlo con “Tetris” (2023).

Las Vegas, años 80; Henk Rogers (Taron Egerton), un ciudadano holandés criado en Nueva York y que vive en Japón está tratando de vender su juego, Go, en una convención. Sus esfuerzos por acorralar a los transeúntes son en vano. Henk no solo está compitiendo con la ciudad y su promesa de riquezas en las máquinas tragamonedas, sino que está estacionado junto a un juego mucho más apasionante: Tetris. Incrédulo, se acerca al siguiente modulo y prueba el demo. El juego fue inventado por el ingeniero informático ruso y diseñador de juegos Alexey Pajitnov (Nikita Efremov) en 1984. El juego ganó notoriedad dentro de Rusia y luego en el resto de los países soviéticos antes de que su licencia fuera adquirida por Robert Stein (Toby Jones), un astuto hombre de negocios que creó un mercado a partir de adquisiciones de licencias de mala calidad. Henk le cuenta  a un alto ejecutivo bancario y su descubrimiento que es potencialmente exitoso, para ello requiere de Tres Millones de Dólares. Aquí, es el permiso para distribuir Tetris en consolas de juegos internacionales lo que todos buscan, pero los rusos tienen sus reglas. No es el creador del juego quien decide, sino los burócratas y los agentes de la KGB y algunos de ellos ven hacer tal trato como una amenaza para el comunismo. Además de enfrentarse a la Andrómeda de Stein, Henk tiene que lidiar con Robert Maxwell (Roger Allam) y su hijo Kevin (Anthony Boyle), dueños de Mirrorsoft. Para obtener los derechos de distribución de Tetris, las tres partes interesadas deben viajar a Rusia y reunirse con Belikov (Oleg Shtefanko), el jefe del Centro de Computación y Ciencia de Moscú. Henk llega primero, viajando con una visa de turista y confiando en una mujer Sasha (Sofia Lebedeva) como traductora. Técnicamente, a Henk no se le permite hacer negocios mientras visita Rusia, y Belikov le informa además que la licencia que ha estado usando para producir Tetris con Nintendo no es legítima. De repente, la KGB se está involucrando, y un agente de alto rango llamado Valentin Trifonov (Igor Grabuzov) quiere una parte, arreglando con los Maxwell para vender los derechos de Henk. Si Henk pierde el trato, sus ahorros podrían desaparecer por completo.

Jon S. Baird y su guionista Noah Pink toman un camino lo bastante fácil de transitar para los personajes añadiéndoles pizcas de intriga, comedia, acción y hasta melodrama que no terminan por encajar entre sí. Y son esos momentos ficcionados los que restan impacto más no interés.  No re inventa lo que hayamos visto antes en filmes con mayor pedigree en cuanto a cuestiones legales o decisiones corporativas. Baird hace de este filme una cruza entre “Argo” (2012) y “The Social Network” (2010).

Taron Egerton da vulnerabilidad a Henk quien atraviesa por la crisis personal y profesional ya que todo alrededor suyo está en riesgo, el Alexey de Nikita Efremov termina por ser un personaje gris y falto de carácter, los agentes de la KGB son caricaturescos y algunos planos pixelados rompen un poco el tedio.  

“Tetris” (2023) se siente más como una anécdota que una verdadera historia por contar. Algo bueno quizás en su metraje es que funciona mejor como una lección de historia, recordando las tensas relaciones entre la Unión Soviética y el resto del mundo. Fácil de ver y de olvidar.

CALIFICACIÓN PARA “TETRIS” (2023): REGULAR Y MEDIA




Twitter: @AppleTVPlus


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