Focus Features
Actores: Bill Skarsgård, Nicholas
Hoult, Lily-Rose Depp, Aaron Taylor-Johnson, Emma Corrin, Willem Dafoe Musicalización: Robin Carolan Fotografía: Jarin Blaschke Productores: Chris Columbus, Eleanor
Columbus, Robert Eggers Duración:
132 Minutos Guion: Robert Eggers Dirección: Robert Eggers
Thomas Hutter (Nicholas Hoult),
recientemente casado con la encantadora Ellen (Lily-Rose Depp), ha sido
contratado para trabajar en las oficinas de Herr Knock (Simon McBurney). Knock
lo envía inmediatamente a la tarea de entregar documentos a un cliente, el
conde Orlok (Bill Skarsgård), y firmarlos. Orlok es un noble de Transilvania
que desea una finca en Alemania, y Knock ha encontrado una casa adecuada para
repararla en Wisburg. Thomas se detiene para pasar la noche en un pueblo de
Transilvania, donde los antipáticos lugareños le advierten que se mantenga
alejado del castillo y es testigo de un extraño ritual en medio de la noche.
Cuando finalmente llega al castillo, se siente abrumado, ya que la apariencia, comportamiento
y la voz de Orlok lo asustan. Mientras intenta irse la mañana después de que se
hayan firmado los papeles, Thomas se topa con un ataúd de diseño ornamentado y
descubre a Orlok durmiendo en él. El conde se despierta y trata de atrapar a
Thomas en el castillo, pero él escapa, siendo revivido más tarde por monjas que
le dicen que Orlok es un demonio. Sabiendo que Orlok está detrás de Ellen,
Thomas corre de regreso a Wisburg al mismo tiempo que Orlok se envía a sí
mismo, su ataúd y cientos de ratas a Wisburg en bote. ¿Podrá Thomas salvar a
Ellen de este monstruo?
Tomando como punto de partida el
guion de la original “Nosferatu” (1922) de Murnau, Eggers toma lo esencial y
centra su relato en la joven Ellen, el terror esta vez es atmosférico, esas penumbras
y claroscuros nos adentran a ese mundo que se antoja peligroso/diabólico. El director
toma la figura del conde, aunque no lo veamos tanto en pantalla y el solo uso de
su sombra provoca estupor, indica el riesgo que sus personajes están por recibir al estar cerca de él. Una angustia psicológica
los persigue a todos y cada uno, en especial a la protagonista quien clama por
una ayuda, un angel que escuche sus plegarías (al inicio) pero es el conde
quien toma comete esa empresa dejando en claro el tono que el filme tendrá.
Maravillosa Lily Rose-Depp con su
Ellen creando un personaje atormentado,
tratando de cumplir sus deberes para su esposo, pero destruida emocionalmente por
sus sueños que le persiguen demostrándolo con sus ataques epilépticos y el
deseo sexual a los que la actriz dota de una credibilidad que impresiona, es
una actuación demandante para un género que solo limita (en la mayoría de los
casos) a gritos desesperados. Nicholas Hoult brilla con su Thomas, gran
capacidad de borrar a su personaje en “Juror
No. 2” (2024) para adentrarse en este ser que lucha por salvar a su amada y
no ser abducido por la oscuridad del conde, su voz, respiración y expresiones
nos transmiten ese horror. Bill Skarsgård nuevamente se transforma (con
maquillaje Nominado al Oscar) en un ser tenebroso; ayuda que Eggers y su
director de fotografía sean sutiles en cada una de sus apariciones ya sea como
una sombra o su presencia sea solo una figura oscura/peligrosa y funciona también
por su voz (Skarsgård trabajó con un entrenador vocal para bajar su voz una
octava) irreconocible al igual que su expresión corporal que muestra a un ser
que te va a carcomer las entrañas. Su diseño es interesante ya que no lo
muestra un vampiro per se, si no como un leproso. Aaron Taylor-Johnson y Emma
Corrin son desgarradores como los Harding (amigos de los Hutters), cuyo desdén
hacia los miedos de Ellen sella su destino final trágicamente. El Nominado al
Oscar Willem Dafoe breve pero cumplidor como el profesor que cree en lo que Ellen
está sufriendo.
No es una historia propia de
vampiros, tampoco el terror en su más pura expresión, Eggers juega con sus
elementos y reconfigura la historia como un tratado sobre el abuso y el daño
que los hombres han hecho durante siglos al ignorar la intuición, los
sentimientos y la conexión de las mujeres con sus cuerpos. No es un discurso
sobre el patriarcado, pero resuena durante el metraje y fuerte.
Eggers firma con su “Nosferatu” (2024) su obra más pulida
visualmente gracias a la recreación de la época, su vestuario opulento
detallando los estratos sociales al igual que su fotografía con sus tonalidades
desde el frío azul hasta los rayos del sol del alba, el uso de los planos
detalles, contra picados, la puesta en escena indica muchas veces la prisión en
la que Thomas y Ellen se encuentra y adentran al parecer sin escapatoria, inquietante
también la música original para generar más tensión hasta llegar al punto
culminante, un sacrificio hermosamente filmado que justifica cada una de las
decisiones por las que el director necesitaba hacer su propia versión.
Poesía macabra y lúgubre. Y
pensar que solo recibió 4 Nominaciones al Oscar cuando merecía mucho más.
CALIFICACIÓN PARA “NOSFERATU” (2024): EXCELENTE Y MEDIA
X: NosferatuFilm
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