Metro Goldwyn Mayer Pictures Actores: Tessa Thompson, Nina Hoss, Imogen Poots, Nicholas Pinnock y Tom Bateman Musicalización: Hildur Guðnadóttir Fotografía: Sean Bobbitt Productores: Dede Gardner, Jeremy Kleiner, Gabrielle Nadig, Nia DaCosta, Tessa Thompson Duración: 108 Minutos Guion: Nia DaCosta Dirección: Nia DaCosta
A la mañana siguiente después de una alocada fiesta celebrada en la que será su nueva casa, Hedda Gabler o Tesman por su apellido de casada (Tessa Thompson) es interrogada por la policía tras un tiroteo ocurrido horas antes. Hedda y su esposo están a la espera de que este obtenga el empleo soñado lo cual les dará lujos y comodidades, pero Hedda no está hecha para ser la esposa perfecta, ella es un alma liberal, que no quiere sentirse atada o sometida bajo el patriarcado por eso se camufla bajo un escudo de altivez, presunción y sofisticación. Esta es una mujer que sabe qué y a quién quiere en todo momento, y se espera que todos se inclinen ante ella. A medida que llegan los invitados, cada uno formará parte de su estratagema cruel y perversa. Está su marido, que le ruega que se comporte; El juez Roland Brack (Nicholas Pinnock), un viejo amigo que les prestó dinero para la casa y espera que Hedda le pague a través de ciertos medios; el profesor Greenwood (Finbar Lynch), a quien George está tratando de impresionar para un trabajo universitario bien remunerado; y Thea Clifton (Imogen Poots), una vieja amiga de la escuela involucrada con la examante literaria de Hedda, Eileen Lovborg (Nina Hoss). Por mucho que Hedda esté en la mente de todos, no puede dejar de pensar y anticipar la llegada de Eileen y cuando esta llega a la fiesta, nuestra anfitriona hará todo lo posible por controlar el deseo de estar cerca de su antiguo amor a la par de encontrar la manera de asegurar su futuro.
Nia DaCosta reinterpreta a Ibsen en su obra con esta visión en código queer pero sin dejar de lado la complejidad que sus personajes femeninos traen consigo. Son mujeres que se hieren pero que también buscan su lugar en medio del machismo opresor. A medida que la noche sigue su curso, Hedda entrelaza todas las piezas de su juego que nos llevan al punto de inicio. La directora se encarga de mostrar a través del uso de la luz y espejos la contrariedad moral y emocional de Hedda, luminosa cuando se siente liberada ante los demás sin ningún prejuicio que la amague (la escena del baile) o la oscuridad conforme su plan se lleva a cabo, asimismo no hay que dejar de mencionar ese exquisito tiro doble dolly al reencontrarse con su ex amante, el juego de manos aunado a su expresión y el control de la respiración nos entrega una actuación seductiva y verdaderamente creativa por parte de Thompson; ¡SEÑORA ACTRIZ!
La música de la Ganadora del Oscar Hildur Guðnadóttir ayuda a enfatizar las emociones de Hedda al saber que Eileen se acerca o que el peligro le acecha, o en el caso de Thea al ser la única en reconocer la estrategia de su anfitriona y mostrarnos la falsedad de la alta sociedad.
“Hedda” (2025) tiene en DaCosta a una ferviente admiradora de la obra literaria y traslada con éxito el material original de finales del siglo XIX a la década de los años cincuenta. Su entramado por momentos se pierde entre tanta explicación y sus ecos al pasado de los personajes, se antojaba un poco más sórdida pero su ambición intelectual sucumbe ante la vendimia comercial a la que el filme debe someterse para resultar atractiva en estos tiempos de la generación de cristal que se ofende por todo.
CALIFICACIÓN PARA “HEDDA” (2025) BUENA Y MEDIA
Nominaciones para la Estatuilla Dorada: actriz (Tessa Thompson)
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