"Octubre ha sido
un gran mes para el cine. "Gravity" está haciendo mucho dinero y
probablemente se convierta en la candidata al Oscar con mayores ingresos de
este año. "Captain Phillips" se está asegurando su lugar en esta
carrera y con "All is lost" las cosas van más despacio, pero el boca
a boca puede hacer que la película acabe también entre las mejores del año y
tenga un largo recorrido en la cartelera.
Pero la gran noticia sigue siendo "12 years a slave", que está
atrayendo a bastante público al cine ("Lloré" - confiesan los hombres
heterosexuales) y se mantiene en el epicentro de los debates sobre la temporada
de premios.
"12 years a
slave" se convierte en lo que no puede dejar de convertirse. Es difícil
transmitir la verdadera naturaleza que encierra la esclavitud, el intento
sistemático de negar y borrar la dignidad de un hombre. Conociendo que quizá
era una película difícil de vender, Fox Searchlight ha variado su estrategia de
publicidad para hacer aparentar que es una película más agradable de lo que
realmente es. Supongo que esto también tiene que ver con su pugna por los
Oscar, y no sé si es un acierto o un error. Decir que ver cierta película es un
desafío, después de todo, puede llevar a muchos miembros de la Academia a
felicitarse por haber sido lo suficientemente fuertes como para verla, algo que
deberían hacer de todos modos. Sí, es probable que algunos votantes delicados o
frágiles no vean la película, pero será algo minoritario. Algunos votantes
tampoco vieron "Precious" y "The Hurt Locker", y no les fue
nada mal en los Oscar. Que algunos académicos no la quieran ver no evitará que
obtenga múltiples nominaciones.
El desafío para
"12 years a slave"vendrá después de las nominaciones, cuando los
académicos se pregunten "me gustó, ¿pero la amé?". Eso es por lo que
McQueen es un director más fácil de admirar que
de amar. Su formación inicial fue como artista, y su uso de la quietud y
la composición pictórica es, en distintos momentos , la fuerza y la debilidad
de la película. Con "Hunger" y "Shame", y ahora aquí, ha
echado mano de una técnica particular: el juego con el tiempo. El ejemplo más
claro en esta película se presenta en la escena clave en la que Northup es
colgado de un árbol pero intenta como puede tocar el suelo con los pies para
evitar ahogarse. McQueen hace que usted sea testigo de su sufrimiento hasta que
aparta la mirada, pero no hay escapatoria, porque en el fondo, se ve un horror
igual: la vida pasar. No son sólo los amos los que ignoran su agonía, sino
también los otros esclavos.
McQueen exige que se
vea a Solomon y lo que está pasando detrás de Solomon, como parte de un único
tejido. Quiere que usted se pregunte si los otros esclavos están fingiendo
indiferencia, porque saben que la acción de Solomon podría ponerles en peligro
a ellos, o si están tan acostumbrados a este nivel de crueldad y sadismo que no
pueden siquiera verlo. La escena es audaz, pero también muy calculada. McQueen
es implacable y controlador como lo era Kubrick. Su cámara no capta nada por
casualidad y no deja espacio para la sorpresa.
Chiwetel Ejiofor
expresa mucho a través de sus ojos. Pero también eso es una especie de
restricción ya que nos habla indirectamente de la "dignidad". Cuando
Ejiofor no hace nada más que soportar la crueldad que le infringe alguien- como
lo hace en la escena en la que Northup suplica un hombre blanco que le haga
llegar una carta a su familia - lo hace magníficamente. Pero McQueen también le
da un montón de "dignidad" en su papel: el estoicismo , la
tolerancia, la moderación frente a la injusticia. Hay muchos momentos en los
que su cuerpo es tratado como un elemento gráfico (como Michael Fassbender en
otras películas de McQueen ). Ejiofor es un excelente actor con una larga hoja
de vida que incluye películas bajo las órdenes de Steven Spielberg , Spike Lee,
Alfonso Cuarón y Ridley Scott. Por fin se le está reconociendo todo lo que se
merece y pueden creerme cuando digo que está mejor de lo que el papel en un
principio da de sí.
Pero no sé si su
trabajo es lo suficientemente fuerte para ganar mejor actor, una categoría que
amenaza con convertirse en unas Olimpiadas del sufrimiento humano. Él puede
medirse quizá a Robert Redford, a la deriva en "All is lost"; a Tom
Hanks, secuestrado por piratas en "Captain Phillips"; a Forest
Whitaker, un siervo oprimido e impasible en "The Butler"; o Matthew
McConaughey, un heterosexual homófobo que contrae el SIDA en "Dallas
Buyers club". Puede quedar tonto, pero los académicos pueden acabar
votando al personaje que más lástima les dé. Si esto es así, Ejiofor ganaría.
Porque acabar siendo esclavo cuando has sido un hombre libre es peor que tener
el SIDA en 1986, es peor que estar a la deriva, que te secuestren unos piratas
o tener que ser mayordomo y aguantar el racismo en tu propio país. Y por supuesto
es mucho peor que ser simplemente Bruce Dern en "Nebraska".
Robert Redford no ha
estado en ninguna conversación que implique la frase "aspirante a mejor
actor" desde hace cuarenta años, desde que fue nominado por "The
Sting". Con 77, se convertiría en el más veterano en ganar en esta
categoría. Sin embargo, sólo un actor y dos actrices han ganado el Oscar como
protagonistas con más de 65 años. Pero tampoco es que se le deba nada. Como
actor , fue una estrella de cine cojonudo, pero a veces interpretaba con cierta
indiferencia. La inercia de una estrella de cine de que, según Roger Ebert,
tenía "una tendencia a parecer
sobreprotector de su propia imagen " y que podría parecer un
"narcisista". La interpretación de Redford en "All is lost"
no ofrece nada nuevo pero es una actuación que sólo una estrella de cine puede
dar, dado que la familiaridad que despierta entre el público forma parte de la
narración. Algunas actuaciones así han ganado el Oscar, pero no han sido
muchas.
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