El cine de autor se
define por su... autor. Elemental. Éste acostumbra a ser el director. Claro,
pero no tanto. Los grandes festivales cinematográficos acostumbran a estar
dedicados al cine de autor. Vale. Así pues, son celebraciones en las que todo
el protagonismo (dejémosle en ''buena-parte-de'') se lo queda la persona
encargada de la dirección. Pero ya se sabe, las excepciones confirman la regla,
y en este sentido, hablar de Al Pacino, es hablar también de una gloriosa
excepción. De una estrella que se resiste a consumirse; a dejar de concentrar
todos los elogios que merece. Hoy, en la Mostra, doble ración del maestro; del
autor delante de las cámaras. Empezamos la recopilación de prensa.
Respecto a “The Humbling” (2014), de Barry
Levinson (presentada fuera de Concurso), Luis Martínez, de El Mundo, ha dicho:
Podría adquirir, sin más, la categoría de perfecta. Lo que llama la atención
tratando como trata de la imperfección. Es decir, de la evidente mediocridad
del ser humano en el trance extraño y nunca aclarado de la vejez, el
arrepentimiento, la depresión y, finalmente, el olvido. Sobre una novela de Philip
Roth ('La humillación'), el responsable de películas como 'La cortina de humo'
o 'Rain man' acierta a desnudar el drama hasta la más evidente de las
carcajadas. En efecto, la gracia de toda la cinta reside precisamente en eso:
la gracia de la desgracia.
Manu Yáñez, de
Fotogramas: Una delirante, casta y muy libre adaptación de la novela ‘La
humillación’ de Philip Roth. Va dando tumbos entre el drama carnavalesco, la
comedia burlesca y el delirio onírico. Es una película difícil de clasificar:
podría tratarse de un híbrido genial de tragedia y farsa, aunque lo más
probable es que se trate de un film grotesco que se presta a la lectura kitsch.
Carlos Elorza, de El
Café de Rick: Al Pacino, que interpreta a un actor veterano en plena crisis
emocional enfrentado al final de su carrera y de su vida, aprovecha la
oportunidad que le da Barry Levinson para lucirse en el que su mejor papel de
los últimos años, perfectamente secundado por Greta Gerwig y con una Dianne
Wiest excelente en plan robaescenas. Teatral, histriónica, intensa y muchas
veces al borde del ridículo, The Humbling parece a veces el choque de tres
personalidades que no siempre se complementan. Por un lado, el propio texto de
Philip Roth. Por otro, la puesta en escena de Barry Levinson. Y finalmente, la
del propio Al Pacino que no quiere dejar pasar la oportunidad de lucirse.
Deborah Young, de The
Hollywood Reporter: Una mezcla salvaje de tragedia y comedia, que encuentra su
tono a mitad de camino y acaba resultando entretenida.; Kaleem Aftab, de Indiewire:
[Una] desigual adaptación de la penúltima novela de Philip Roth (...) Su
principal logro es que evita ser pretenciosa.; Scott Foundas, de Variety:
Liderada por un vibrante y profundamente entregado Al Pacino y una muy buena
interpretación secundaria de Greta Gerwig, [es una] película desigual pero
cautivante.
Respecto a “Manglehorn” (2014), del gran David
Gordon Grenn (y ya en la Competición por el León de Oro). Luis Martínez, de El
Mundo, ha escrito: Al Pacino más que ocupar la pantalla se la compra. Toda ella
es él. Gordon Green simplemente se limita a seguir puntual el rastro de cada
derrota, de cada escrita sin destinatario. Con brillantez, con un declarado
amor a cada detalle, a cada vacío, la cámara se mueve como un batiscafo en lo
profundo de lo profundo. Con sinceridad, sin forzar el pulso, sin dejarse
arrollar por lirismo fingidos o gestos vanos. En corto: arrebatadora. Todos en
pie.
Manu Yáñez, de
Fotogramas: En ciertos momentos, ‘Manglehorn’ evoca el imaginario de ‘Umberto
D’, el gran film neorrealista de Vittorio de Sica–sobre todo en la entrañable
relación entre el personaje de Pacino y su gata–; sin embargo, la película se
aleja del humanismo por culpa de un regodeo casi cruel en la miseria del
protagonista y un moralismo expresado en el reparto de castigos y redenciones
que contiene el guión de Paul Logan.
Jessica Kiang, de
Indiewire: Debería ser un lío terrible (...) Pero también resulta fascinante,
para aquellos dispuestos a dejar que sus corrientes meditativas les lleven, un
mosaico de estados de ánimo, misterios, magia y melancolía.; David Rooney, de
The Hollywood Reporter: La mezcla de límpido naturalismo y lirismo que a menudo
ha distinguido el cine independiente de David Gordon Green se desplaza hacia el
sentimentalismo, o peor aún, hacia la extravagancia en 'Manglehorn'.
Y como hay vida más
allá de Al Pacino, no hace falta moverse de la Sección Oficial a Competición
para toparse con otras joyas. Respecto a la italiana 'Anime nere', de Francesco
Munzi, Joan Sala, de Filmin, ha escrito: Francesco Munzi demuestra mano y oficio
con la severa y trágica "Anime Nere". Una contundente historia de
vendetta relatada como si de un wéstern contemporáneo se tratara. Un homenaje
solemne y explícito a "El Funeral" de Abel Ferrara que navega sobre
un universo endogámico. [...] Una narrativa autóctona y existencialista cuyos
inesperados giros, la aleja de sobremanera de los lugares comunes que transita
la vendetta mafiosa en la gran pantalla. Tiene lo suyo.
Deborah Young, deThe
Hollywood Reporter: No tiene demasiado drama convencional, pero su ambiente
auténtico y sus carismáticos personajes hacen de esta una de las películas más
convincentes sobre los señores del crimen 'Ndrangheta de Italia.; Jay
Weissberg, de Variety: Cuidadosamente construida, permitiendo que cada escena
pueda desarrollarse, 'Anime' está destinada a ser la película sobre la mafia de
este año.
Por último, otra
perla a rescatar. 'Good Night Mommy', de Veronika Franz (y producida por su
marido, ojo, Ulrich Seidl). Joan Sala, de Filmin, dice de ella: Una demente
incursión en el género de puro terror, una prometedora y colosal muestra de
cine de autor. "Good Night Mommy" sacude con el horror cotidiano más
afilado, perturbador e inteligente visto desde "Funny Games", y lo
hace partiendo desde la turbia sugerencia, desde el siniestro misterio y una
penetrante y detallada puesta en escena, demostrando así una rebelde y
reveladora economía de recursos. [...] Basculando sobre un trasfondo tan
hermético y complejo como sobrecogedor, enfermizo y malrollero, que por si
fuera poco, también luce apabullantes y audaces giros. Y todo ello al servicio
de una introspectiva muestra de terror social que apunta a la familia y la
identidad con certero objetivo, permitiendo incluso que el torture-porn irrumpa
en escena sin que se adueñe de ella. Es de lo mejor que veremos en Venecia y de
lo mejorcito que deberíamos sufrir y disfrutar en el próximo Festival de
Sitges. Lo tiene todo para ello. Es su lugar.
Comentarios
Publicar un comentario