OSCAR 2016 - EDITORIAL: ¿Qué nos deja esta Temporada de Premios?




¡Se acabó!

Se ha acabado la angustia, la incertidumbre, la inquietud de saber cuál sería el film elegido por los Académicos como al Mejor Película del año; nada me da más gusto que su elección haya sido la más sensata de todas; “Spotlight” (2015).

Y con sensatez me refiero al hecho de que, para quien esto escribe, no había mejor elección a premiar que esta, aunque solo se tratase de 2 premios, los que aposte que ganaría arriesgadamente y contra todo pronóstico acerté; y tampoco quiero demeritar a las demás competidoras, todas y cada una entregaron los elementos cinematográficos suficientes para alzarse con la nominación, estar ahí ya era el mayor premio y ahora tras conocer a los vencedores no queda otra que congraciarse con los compañeros nominados.

El mundo colapso en el momento más esperado de la noche, la categoría de Mejor Actor; al fin uno de los mejores actores de su generación, siempre favorito incondicional de sus fans y de la crítica pese a no ganar ahora revertía el hechizo que cargaba a cuestas y de la mano del siempre eficiente director de actores Alejandro G. Iñarritu se levantaría de su asiento a recoger su estatuilla dorada.

También a los académicos les gustan las estadísticas y por ello premia consecutivamente a dos cineastas mexicanos, cada quien en su rubro , palabras más palabras menos, ambos se han hecho ya de un lugar preponderante en la industria cinematográfica de Hollywood, lo que a muchos otros les ha costado bastante sacrificio, estos directores logran con su trabajo a que la industria voltee la vista hacia el talento que se encuentra fuera de su frontera y que cuando este talento se acerque a ellos, demostrar con humildad y trabajo que son dignos de merecer el reconocimiento que otorga la misma. Independientemente de la excesiva valoración personal propia que uno de ellos haga de sí mismo.

En Fin ¿Qué nos deja realmente esta edición de la Temporada de Premios?

La posibilidad de encontrar un abanico de criterios de elección en cada gremio o asociación que se encarga de reconocer lo mejor de cada año. Esto, aunado a la gran calidad y oferta fílmica que sea la justa para ser premiable enriquece aún más la experiencia del espectador promedio y de los cinéfilos más exigentes quienes buscan una verdadera experiencia cinematográfica al apagarse las luces de la sala y el cácaro encienda el proyector.

Y esta misma diversidad de opciones haga que una temporada de premios se convierta realmente en una competencia cardiaca. Lo acabamos de ver, la discordancia entre los sindicatos, los premios fuertes, la crítica de diciembre, etc., y no fue hasta hace apenas unas horas que la incertidumbre se disolvió y un film independiente, bajo presupuesto para su realización, con una historia propositiva, apelando al más estricto significado de la palabra INVESTIGACIÓN, acabo destapando un tema tan controversial como inherente y desde entonces, gracias a este reportaje las victimas ya no se sienten con miedo a callar la verdad.

La Línea de premiar películas trasgresoras que inicio nuevamente en la academia tras “Birdman or (“The Unexpected Virtue of Ignorance”) (2014) se mantiene, lo cual le da puntos a favor a una institución que ha enfrentado (y seguirá) críticas por sus procedimientos por siempre, pero que cada año logra inherentemente, hasta al cinéfilo más incrédulo, al cinéfilo más difícil de roer, crearse un nivel de expectativa, curiosidad de saber si dentro de la selección de contendientes y más aún para el triunfo se encuentran aquellas películas de las cuales disfrutó en el transcurso del año. ¡Quién diga que no ve la Ceremonia del Oscar por lo menos una hora o solo para saber quién ganará Mejor Película y se considere cinéfilo, miente!

Termina una Temporada de Premios y ya están sonando los nombres para la Siguiente. ¡Que Comiencen las apuestas y que en 2016 tengamos una competencia tan abierta e impredecible como la que acabamos de vivir!

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