Director: Doug Liman (“The Wall”, “Fair Game”, “Jumper”)
Actores: Sarah Wright, Jesse Plemons, Jayma Mays, Lola Kirke,
William Mark McCullough, Alejandro Edda, E. Roger Mitchell, Robert Farrior,
Cuyle Carvin, Mauricio Mejía, Caleb Landry Jones, Domhnall Gleeson, Tom Cruise
Guion: Gary Spinelli
Musicalización: Christophe Beck
Fotografía: Cesar Charlone
Productores: Brian Grazer, Brian Oliver, Doug Davison, Kim Roth,
Ray Angelic, Tyler Thompson
Duración: 115 Minutos
Universal Pictures
Hay una proeza que Doug Lima
logra con “American Made” (2017):
a) Contar
un relato que transita entre el thriller y la comedia de manera coherente sin
caer en lo escabroso y/o morbo.
b) Mostrar
al Nominado al Oscar Tom Cruise en otra faceta que no sea en total acción, algo
a lo que nos ha tenido acostumbrados los últimos… ¿10, 15 años?
Hay libertades en la narración,
pero se aceptan sin problema, ya Barry tuvo un documental sobre sus vínculos
con el narcotráfico e inclusive libros, Barry (El Nominado al Oscar Tom Cruise)
era un piloto comercial, un tipo que, de 1978 a 1986, como mercenario de la
CIA, se codeó con el dictador panameño Manuel Antonio Noriega, y con Pablo
Escobar y el cartel de Medellín, convirtiéndose en parte del brazo ejecutor de
la financiación por parte de EE UU a la contra nicaragüense con recursos del
narcotráfico. Empezó con Jimmy Carter, y en sus acciones acabó implicando de
lleno a Ronald Reagan y al entonces gobernador de Arkansas, Bill Clinton. Su
esposa (Sarah Wright Olsen) se pone al margen de la carrera de Barry. Y en sus
ratos libres distribuía cocaína de un incipiente cartel de Medellín.
Doug Liman prepara el escenario
donde vemos bastantes saltos de tiempo asimismo recurre mucho a material de
archivo, pudiéndose confundir con un documental por momentos, siendo un film
con demasiado estilo visual para tratarse de una comedia que tiene algunas
capas de crítica social y política. Y en otros, de total humor: las escenas que
implican un aterrizaje forzoso y la reacción de los testigos junto a otra donde
hay miles de dólares ubicados en un jardín.
Y quien mejor disfruta todo el
alboroto de su personaje es Cruise, entrega a un Barry Seal que recuerda en
parte a varios timadores como Jordan Belfort en “The Wolf of Wall Street” (2013), Irving Rosenfeld en “American Hustle” (2013); por mencionar
algunos. Curioso que interprete a un hombre ´exitoso´ en una década donde el
actor iniciaba su carrera al estrellato.
Pero la suma de todas sus partes
a pesar de funcionar su visión de
algunos eventos políticos resulta poco coherente, su frenetismo en
datos/información gracias a la edición puede resultar confusa para algunos
espectadores, otros más concentrados detectarán mucha influencia de Scorsese en
la atmosfera.
“American Made” (2017) representa para su director un trabajo que
no rompe esquemas, pero si se distingue de entre su irregular filmografía, para
Tom Cruise un poco de versatilidad tras mucho tiempo siendo el héroe de acción
de Hollywood. Entretenida, bastante despreocupada de juzgar los hechos en los
que se basa; una variante del agente secreto moderno.
CALIFICACIÓN PARA “AMERICAN MADE” (2017): BUENA
Nominaciones para la Estatuilla
Dorada: ----------------------------------------------------------------------------
@AmMadeMovie Facebook.Com/AmericanMade
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