Pinky Promise
Actores: Pamela Anderson, Dave
Bautista, Jamie Lee Curtis, Kiernan Shipka, Brenda Song, Billie Lourd, Jason Schwartzman Musicalización:
Andrew Wyatt Fotografía: Autumn
Durald Arkapaw Productores: Natalie
Farrey, Gia Coppola, Robert Schwartzman Duración:
85 Minutos Guion: Kate Gersten Dirección: Gia Coppola
Le Razzle Dazzle es el último
espectáculo de este tipo en Las Vegas. Las coristas de diferentes generaciones
brillan con trajes de pedrería y plumas. Las chicas son una familia muy unida,
pero con algo en común que es el perseguir sus propios sueños. Pero el espectáculo
al cual han entregado cuero y alma está a punto de bajar el telón. El productor
de Le Razzle Dazzle, Eddie (Dave Bautista), anuncia esta inminente cancelación
a las chicas, y nadie está más desconsolado que Shelly (La Nominada al Golden
Globe Pamela Anderson), quien ha pertenecido a este programa durante décadas.
Su imagen sigue apareciendo en todo el material de prensa que data de los años ochenta; la veterana del grupo. La angustia
y la desesperación de apoderan de la bailarina mientras que en medio tiene que
lidiar con su hija Hannah (Billie Lourd) con quien mantiene una relación no tan
cercana como quisiese, la chica está a punto de graduarse y se lo comunica a su
madre, esta a su vez le invita a ver el show lo cual provoca que Hannah tenga
una reacción repulsiva y confronte a su madre por haber preferido hacer eso que
criarla.
Gia Coppola posa su cámara en Las
Vegas pero no en sus máquinas y juegos y luces deslumbrantes, sino para mostrar
una cara densa y oscura, aquella en la que llegado el momento empieza a cuestionar
los cambios físicos, las arrugas, las canas, el cuerpo; vamos pues el atractivo
visual que engalana las salas y pasillos necesitan de nuevas figuras y rostros
que sirvan para vender una ilusión de deseo y satisfacción; ahí es donde Shelly
y Annette (La Ganadora del Oscar Jamie Lee Curtis) ya no encajan. La imagen
granulada, el gran angular y la cámara en mano hacen el viaje de estas mujeres más
íntimo.
Anderson marca un regreso
triunfal y nos calla la boca a los escépticos con la vulnerabilidad, alegría y
ferocidad de su Shelly. Su mundo era el camerino y los pasillos donde su
vestuario le causaba conflictos, el mundo exterior le da la bienvenida, pero no
sabe cómo afrontarlo, pudo elegir otro trabajo, pero no lo quiso, se quedó
estancada ahí por 30 años y ahora no sabe qué hacer. Shelly juega las veces
como una figura materna para las bailarinas más jóvenes, Marianne (Brenda Song)
y Jodie (Kiernan Shipka). Coppola y su guionista exponen a sus personajes con
cada una de sus aspiraciones como también sus rangos de edad.
Jamie Lee Curtis podría ser el
comic relief del filme porque su personaje es el refugio y energía que Shelly
necesita, pero Annette también tiene conflicto, su edad le cobra factura al momento
de interactuar con los clientes y verse atractiva. Dave Bautista se ha tomado
en serio sus propias palabras renunciando a Marvel para convertirse en un actor
serio. Vaya que logra hacer empático a Eddie quien aparte de ser el productor
del Show comparte algo más con las chicas, en especial con Shelly.
“The Last Showgirl” (2024) no llega a profundizar por completo a
sus personajes más allá de Shelly; tampoco las expone a escenas explicitas; el
baile es solo una decoración ya que lo que importa es lo que sucede en tras
bambalinas. Los ecos a “The Wrestler”
(2008) son obvios y descarados, el papel de su vida para Anderson es lo que
hace que valga la pena ver este filme.
Se esperaba la Nominación al
Oscar, que desafortunado para Pamela tener una competencia tan feroz.
CALIFICACIÓN PARA “THE LAST SHOWGIRL” (2024): EXCELENTE
X: @roadsidetweets
Comentarios
Publicar un comentario